PERALTA-2024-12-01

No se puede ir a la montaña con una sensación preestablecida. Con una idea preconcebida de lo que nos deparará el terreno, el camino y la mañana, a pesar de que conozcamos algo los caminos y terrenos por donde vayamos a transitar.

Los elementos que pueden cambiar las excursiones son tan imprevisibles que lo que ayer fue de una manera, hoy puede ser de otra muy distinta. Incluso sin añadir como se siente cada uno al marchar por los mismos caminos en diferentes días.

Este pasado domingo las tierras de Peralta apenas fueron visibles para los caminantes, para nosotros, que tuvimos en todo momento una espesa niebla que impedía ver y observar con deleite todo lo que no fuera pisado por el grupo.

Pero a su vez, la falta de grandes paisajes nos provocó un acercamiento al terreno, la vista más allá de unos metros no tenía sentido y nos centramos en lo cercano, en esos caminos de sierra, en las subidas y bajadas cortas y permanentes que daban a la excursión un punto de aventurilla, también por lo dificultoso del camino lleno de barro resbaladizo.

Al final, lo que parecía una caminata por terrenos pedregosos y sin vida, se convirtió en una agradable jornada, jalonada de pequeños retos constantes que no nos dejaban tregua para el aburrimiento.

Para los próximos días ya se save. No hay que imaginar como será el camino, la marcha. Tan solo ir viviendo, ir sintiendo todo lo que se vaya viviendo tanto en el recorrido como lo que la vista abarque.

Que cada día sea una nueva aventura y que nosotros podamos vivirla.

VILLA DE OCÓN-2024-11-24

Los efluvios viscosos que emanan de la amanita muscaria, me han llevado a un mundo rodeado de gnomos y duendes llenos de sonrisas. Llevaban también sus propias mochilas para pasear por ese mundo onírico, que no se si es el suyo o el mio, o de todos los que transitamos por las sendas del valle de Ocón.

Un lugar que se vacía poco a poco, como parte del interior donde no llegan las comodidades de la gran ciudad. Pero nosotros, ahitos, atiborrados de ciudad, buscamos perdernos en los valles remotos, en los montes, alejándonos de la excesiva urbe, llena de ruido, de contaminación, de individualidad.

En los pequeños pueblos al extraño se le saluda, se le pregunta, y la comunicación surge casi siempre. En la Ciudad, solo eres un engranaje perdido entre la marabunta.

Por eso nos gusta caminar entre las hayas, entre los robles, subir a los cerros y a los montes y llevar la vista hasta donde nos dejen los cansados ojos. sentir el viento en la cara y guarecernos entre la maleza para continuar después hasta el final del recorrido previsto.

Y en días como el de ayer, sentarnos en torno a una mesa y disfrutar de la comida y de la charla distendida, poner sobre la mesa unos chistes y divertirnos, recreando el día, los momentos divertidos o algunas veces, los peligrosos instantes que van dando vida a nuestras marchas.

Al final de estos días, algún efluvio más, evolucionados de plantas sobre todo, nos ponen un punto de alegría que nos sirve para pasar la semana pensando en volver a recorrer otras tierras, otros montes, otras latitudes donde volver a sentir la vida con plenitud.

Hasta entonces, feliz semana.

PUERTO ERRO-TIRATÚN – BISKARRET

Amanece entre nieblas, la mañana se presenta fresca pero poco a poco el sol ilumina nuestros rostros y da al ambiente un poco más de calor. Paseamos por alfombras de hierba, por caminos llenos de otoño, entrando poco a poco en la penumbra invernal.

Las hojas llenan más los caminos que los árboles, el ruido al pisarlas se transmite al entorno y llenamos el bosque de bullicio.

Las vistas en la lejanía nos alegran el espíritu, nos llenan de gozo al ver esa línea de picos entre entre el cielo y los campos. Los pirineos nos seducen con sus formas.

Hoy, otro día más entre las praderas, los montes y los caminos de Navarra, hemos disfrutado del entorno y del descanso al llegar a nuestra meta.

ZUNZARREN – PEÑA UKUA -2024-10-11

Una mañana apacible nos ha llevado por terrenos de Zunzarren. La pista y los terrenos adyacentes totalmente destrozados por la tala de árboles que han dejado un paisaje desolador por donde hemos tenido que transitar para llegar a nuestro destino.

La segunda parte de la salida ha estado un poco mejor, más acorde con el terreno que circunda esas poblaciones. Pero a mi personalmente no me agrada mucho el enclave. Poco bosque y mucho arbusto. Apenas tienen vistas los puntos elevados y te entra un sensación de abandono, de que la naturaleza tampoco quiere a ese lugar.

Pero se suple todo con la marcha animada de los compañeros. Con las charlas que nos permiten los caminos llanos, con el humor y el amor a la naturaleza que emana de los camaradas.

Como punto positivo en el día, el tiempo atmosférico, la temperatura agradable para el paseo y la ausencia de lluvia que nos ha permitido hacer el recorrido con total tranquilidad.

GR220-2024-10-20

Seguir la senda paso a paso, llegar sin sentir el esfuerzo, sin desmayarse, apenas coger una bocanada de aire y respirar , atrapar de nuevo el oxígeno dejado en la subida y continuar por las sendas en pos del siguiente pico, del nuevo reto del día.

Esa es nuestra forma de caminar por la montaña. Pero de vez en cuando una piedra mal pisada, un agarre resbaloso, un pie indebidamente puesto, te llevan a dar con tus huesos en la tierra. Y ruedas vertiginosamente por los suelos llenos de rocas puntiagudas, de ramas cortándote el paso, de maleza dispuesta para atraparte entre sus garras.

Cuando te repones, lleno de barro, hojas y despiste, te sientes como un animal enjaulado que ha salido del cautiverio y no sabe donde está. El cuerpo no es el tuyo, el dolor se instala por toda tu piel, por tus huesos y la cabeza huye despavorida girando alrededor de todo lo que le rodea.

Si todo va bien, en unos minutos el cuerpo se recompone, se alinean todos los resortes del organismo y puedes seguir el camino un poco mareado y dolorido pero tranquilo. Si no va tan bien, es necesario parar e intentar recomponer el organismo con pausa, y quizás con tratamientos, reposando y viendo como el recorrido hay que dejarlo para cuando la cabeza disfrute de una quietud en la que las cosas no floten alrededor de la propia realidad.

Hay veces, como la de este domingo, que lo importante no está en lo que hicimos, sino en lo que haremos. Dar un paso atrás y seguir por la senda de la cordura, esperando a los amigos para recorrer juntos los deliciosos trayectos de la montaña.

LEYRE-ARANGOITI-LUMBIER-2024-10-11

La luz de la mañana te atrapa con su espesa nebulosa pululando bajo las montañas.

El cielo vestido de un amarillo brillante incita a tus pupilas, te llama, te reclama. “Ven y mira lo que te ofrezco” y no puedes dejar de seguir su estela.

Algunas veces, el otoño te regala días como este pasado domingo. Su claridad, su frescor mañanero y su luminosidad te hacen seguir las sendas sin preocupación, disfrutando de cada paso, sorbiendo cada rayo de luz como si fueran los últimos en mucho tiempo.

Disfrutar de la montaña con estas condiciones es un obsequio que no hay que despreciar. Y para terminar un precioso paseo, que mejor que no solo mirar hacia lo lejos, reteniendo todo el horizonte en la retina, sino también mirar en las entrañas de la tierra, donde la vida se mide en miles de años, donde las gotas de sudor forman las columnas de sustento con paciencia, con dedicación, para que podamos verlas mientras surgen poco a poco.

Un día completo, un paseo por la naturaleza genial y atractivo y una sensación en el cuerpo de plenitud al terminar la jornada.

Ojalá que podamos tener más días como este para poder gozar con plenitud de la montaña.

SOROGAIN-IBAÑETA

Hoy tengo las musas en rebeldía y no me permiten escribir con fluidez un relato que haga justicia a lo acaedido este pasado domingo.

Por ello, os dejo sin mas las fotos, eso si, con la cámara ya recuperada de la caída

IRAGI-BARATXUETA-ZUBIRI

Volvemos a las salidas mañaneras después de otro verano por el pirineo y otros lugares.

Hoy una suave marcha por las estribaciones de Baratxueta, en un día que ya se ha notado el incipiente otoño. Un a mañana fresca al comenzar, un frio penetrante en la cima y el calor persistente al bajar y acercarse el punto álgido del sol sobre nuestras cabezas.

Hacía tiempo que no tomábamos una foto al completo de los excursionistas y hoy por la poca dureza de la marcha y la tranquilidad de los ansias, hemos podido quedar todos retratados para la posteridad.

Seguiremos caminando, subiendo y disfrutando de estos parajes, sobre todo por tierras navarras, en esta nueva etapa en la que nos espera un tiempo cambiante, propio de la estación que nos ocupa.