MALLOS DE IREGUA-2023-11-26

Hay que saber lo que nos deparará la mañana para ir provistos de la suficiente ropa, del suficiente abrigo para no sufrir las inclemencias que nos puedan visitar mientras transitamos por las montañas.

En esta ocasión, augurábamos un poco de frio iluminado por los rayos del sol. Pero poco después de comenzar a caminar, el frio se ha ido alejando dejando tan solo que el sol nos diera durante todo el recorrido, proporcionando un agradable paseo por los mallos de Iregua.

La radiante mañana nos ha llevado sin castigo por atractivos rincones, por serenas sendas, entre viñas ya marchitas esperando el invierno y entre peñascos que parecen imposibles de escalar. Ya para terminar el periplo del día, un sosegado itinerario al lado del rio, nos ha conducido hasta nuestro destino, el pueblo de Viguera, desde donde se aprecia toda la espectacularidad que emanan los Mallos de Iregua.

LARRAONA-OPAKUA

Si decimos que ayer fue un día magnífico, quizás nos estemos equivocando. Que el sol brille de manera como lo hizo, quizás sea normal para este final de noviembre, pero que el calor se meta en nuestros cuerpos, que los insectos todavía piensen que están en plena reproducción, o que también a nosotros nos despiste en que época del año estamos, no es normal, no es lógico. Vivimos tiempos de cambio climático, y aunque no sabemos que hacer al respecto, al menos tenemos que pensar que esto no es natural.

Pero no somos insensibles y cuando el tiempo fluye de esta manera tan suave y tranquilo, cuando el sol luce en el firmamento con tanta claridad y presencia, cuando el viento no levanta ni una brizna de hierba, tenemos que recrearnos en los paisajes, en los caminos que pisamos, en la naturaleza que se retuerce para ofrecernos vistosas formas .

Perderse entre el follaje, transitar entre rocas cubiertas de musgo que dan un encanto especial al recorrido, y llenarse de color para cuando regresen los días grises, no sentir la nostalgia de estos momentos. Y si eso sucede, volver a vivir los instantes de hoy entre las imágenes que quedarán para la posteridad en los recuerdos y en las fotografías que ilustran el trayecto de este domingo de noviembre.

LA TEJERIA-LEYRE-2023-11-12

Impregnados de otoño, con el color en ebullición, el paseo del domingo se convierte en un disfrute continuo. Perderse entre la hojarasca es encontrar el camino perpetuo, la senda del disfrute, la travesía hacia un mundo de ensueño.

Mirar en derredor mientras transitas por las coloridas veredas, te transporta hacia el destino sin sentir el frio, el calor o el sudor que exhalas cuando vagas por abruptas y pedregosas montañas.

Un rictus de placer va acompañando la marcha entre las penetrantes tonalidades que envuelven el itinerario, haciendo sumamente satisfactorio el lugar elegido para deambular una mañana de noviembre por las inmediaciones de la sierra de Leyre.

ARITZULEGI-ARANTZA-2023-11-05

El sol ha brillado para nosotros esta mañana. La ruta, poblada de pequeñas cimas, ha sido un remanso de paz para el espíritu. Cuando se conjugan las ganas, el tiempo y el terreno no hay excusa, no hay dolor de piernas que impida transitar por las alfombradas colinas, por los verdes parajes que se divisan hacia nuestro destino.

Mirar en derredor con los claros días como el de ayer nos hace más conscientes de que la riqueza está en poder pasear disfrutando del entorno, del deporte y de la compañía.

2023-10-29-RONCESVALLES-FCA.ORBAIZETA

VIENTO

Poner los pies en una montaña requiere un poco de sacrificio. Nosotros lo sabemos y estamos dispuestos a ello, a pesar de las inclemencias del tiempo, de lo largo del camino o de la pendiente que tengamos que salvar.

Pero hay días que la fuerza de la naturaleza nos impide seguir el plan previsto, o al menos, disfrutar de algunas vistas desde alturas alternativas al recorrido.

El viento no solo levanta pasiones, se lleva con su fuerza huracanada todo lo que pilla por delante cuando surge con desatada violencia. Pero nosotros, que no estamos por la violencia, por esta vez hemos dejado que circule sin nuestra presencia por algunas de las cumbres des recorrido.

Tiempo habrá para volver a disfrutar desde esas alturas cuando se calme el viento y a nosotros nos de por volver a recorrer las arterias por las que hemos caminado este domingo de octubre.

IRAGI-ARITZU-2023-10-22

Amanece en Iragi y el frio se mete en las entrañas al bajar del autobús.

Un día de otoño por fin, para andar por los montes sin sensación de sofoco, sin que el calor se hunda en nuestro cuerpo.

El bosque nos estaba esperando para mostrar su verdor junto con las hojas ya marchitas de los árboles que quieren descansar del verano.

Un magnífico día de otoño para transitar por las veredas pisadas por otros antes que nosotros y que esperamos que muchos más las pisen y disfruten.

Hoy nos hemos acoplado al terreno y a la estación y el gozo de la marcha ha penetrado en el espíritu, llevándonos en volandas hasta la culminación del recorrido.

Ya el otoño comienza a dejar sobre los campos su huella. Algunas plantas se van enmustiando, la tierra agrietada espera el alivio de la lluvia anunciada y el sol apenas golpea al amanecer cubierto con un manto de nubes.

Los caminantes apuramos el paso para llegar a destino con estas condiciones tan amigables, y vamos cubriendo los kilómetros deteniéndonos entre las ruinas del castillo de Roita y en las cumbres del día para observar desde los promontorios todo lo que la vista nos ofrece.

En los alrededores pequeños bosques que tendremos que sortear para llegar a destino, y en la lejanía, el pirineo entre pequeñas brumas que se divisa límpido, sin ninguna capa de nieve todavía.

Mirando al cielo, ese otoño prometido todavía se empecina en no aparecer y tan solo las nubes dan una pequeña apariencia, pero el calor se instala en las postrimerías de la marcha y llegamos sudorosos en busca de la recompensa del día. Beber y comer en buena compañía.

ARTESIAGA-LANTZ-2023-10-8

Hacía mucho tiempo que no coincidíamos las distintas marchas de Amaya en un punto concreto, apacible y amplio.

Este domingo parece que las estrellas se han alineado para que esto fuera posible. Aunque algún verso suelto, todavía seguía a lo suyo…o sigue.

Pero el grueso de la expedición nos juntamos para saborear otro domingo de sol, otra jornada plagada de vistas alrededor.

Sabemos que vendrán jornadas de viento, lluvia y nieve, pero este domingo hemos podido esbozar una sonrisa luminosa para una nueva foto de familia, una familia de compañerismo, que hace agradable transitar por las montañas de nuestro alrededor y descubrir cada día pequeños rincones, grandes horizontes y un poco de adrenalina para seguir viviendo, para seguir disfrutando mientras el cuerpo aguante.

2023-10-01-URKIAGA-ARTESIAGA

Hay días claros, transparentes, que permiten divisar la naturaleza que rodea las marchas domingueras.

Otros días, la niebla puebla el recorrido obligando a las pupilas a hacer un esfuerzo para vislumbrar lo que sucede a pocos pasos de nuestros pies.

Hoy, en un entorno más propicio para lo segundo que lo primero, nos hemos visto sorprendidos por ese chorro de luz, esa claridad transparente que casi hacía daño a la retina.

Pero la expedición, imbuida de su luminiscencia, ha sido favorable para transitar en reducidos grupos que se veían en la distancia. un despejado, luminoso y transparente día, que ha servido incluso, para observar como la noche, encantada de esa transparencia, se ha resistido a dejar las sombras bajo el claro de la luna, y nos ha regalado la presencia del astro de la noche durante parte del recorrido.

DEBA-ZUMAYA-2023-09-24

Hoy el mar ha inundado nuestros ojos con su atrayente agua. Las rocas y montañas que hemos recorrido son frontera entre los dos mundos. Entre el deseo de ser agua y la realidad de ser tierra.

Una luz penetrante refleja sobre el agua el color del cielo, y sobre la tierra, el verde se ha apoderado de la superficie.

Azul y verde salpicado de grises entre las rocas, hasta encontrar tonos rosáceos y un sinfín de matices si sostienes la mirada para encontrarlos, para sentirlos y vivirlos.

Un día todavía veraniego entre los inicios de un otoño que no sabemos que nos deparará.

Un día para recordar que fuimos a ver el flysch entre Deba y Zumaya pero la mar nos lo impidió, porque quiso acercarse tanto a nosotros que sus aguas cubrieron las rocas.

Un día para recordar que siempre que no se consigue lo que se pretende, se puede encontrar otras cosas que colmen de placer el tiempo empleado.