febrero 11, 2025

Hoy tocaba una ruta exigente para ser una mañanera. Pero el tiempo, las condiciones climatológicas, nos han ayudado a pasear por el itinerario marcado sin grandes dificultades. Tan solo una cuesta casi al final se nos ha atragantado un poco. Pero son los imponderables del camino si se quiere transitar hacia ciertas cimas y por unas vías determinadas.

Poco más que añadir a una mañana calurosa, tranquila y relajada en que nos hemos sentido como peces en un mar en calma nadando con la corriente.

En otro aspecto, he estado a punto de perder las fotografías de la marcha, pero con un poco de paciencia y ayudado de la tecnología de recuperación, puedo añadir un día más los momentos captados, los instantes que se volverán inmortales si somos capaces de guardarlos para la posteridad, aunque con tal cantidad de información visual, quizás sea una quimera y acaben estas imágenes perdidas en una maraña de recuerdos que no digan nada, que sean pasto del olvido, como nosotros seremos en unas cuantas generaciones más.

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