ETXEGARATE-ERM. SAN PEDRO-2024-04-07

Un nuevo día primaveral nos ha sorprendido por estas latitudes. Alguien manifestará que es una perogrullada, ya que estamos en plena primavera…Pero no estamos muy acostumbrados a que las estaciones se comporten como tal.

La primavera aparece y desaparece continuamente. Quizás el próximo domingo sintamos el invierno sobre nuestros cuerpos al movernos por los montes…o se haga verano de repente y el sol castigue nuestro organismo con un sol de justicia y un calor sofocante .

La vida del montañero está repleta de incertidumbre climática.

Pero este domingo hemos disfrutado de la primavera a nuestros pies. Las flores van cubriendo los prados y el verdor se renueva sobre los árboles dando al paisaje una brillantez especial, un nuevo impulso de vida que se transmite a todo el entorno, incluso a los que pasamos tranquilamente por el.

Marchar así, es un placer que nos llena de esperanza, nos motiva para volver y seguir descubriendo los caminos, las cimas, las veredas que pueblan el vasto panorama que en estas jornadas divisamos desde las cumbres.

Nos gusta recorrer la naturaleza y vivir las experiencias que los montes nos deparen, pero si es con un clima agradable, siempre se disfruta el doble.

Ahora, una vez terminado este periplo del domingo, a pensar en el próximo objetivo. Ollar el Txindoki, un monte que a algunos se nos ha atragantado, y que esperamos que en la siguiente cita se muestre más accesible, más cercano. Esperamos llegar a su cima…si el tiempo lo permite.

2024-03-24

Hoy los caminos se nos han llenado de piedras. Piedras milenarias para contemplar y construir el pasado, para comprobar de donde procedemos, como eran los habitantes de estas tierras, con qué contaban para vivir y como fue su paso por este mundo.

Y otras piedras desparramadas por los caminos, por donde seguimos transitando, esta vez por placer, por diversión. Por conocer los montes, las veredas, y disfrutar del entorno en un día primaveral de estos últimos días de marzo.

Poco más que reseñar. La marcha tranquila y agradable, y el final armonioso, y dicharachero alrededor de la comida.

Y por supuesto las fotografías para recordar lo que vivimos, unos y otros, y así compartir momentos, recuerdos y vida.

BELASCOAIN-AZANZA-2024-03-17

Hoy tocaba una ruta exigente para ser una mañanera. Pero el tiempo, las condiciones climatológicas, nos han ayudado a pasear por el itinerario marcado sin grandes dificultades. Tan solo una cuesta casi al final se nos ha atragantado un poco. Pero son los imponderables del camino si se quiere transitar hacia ciertas cimas y por unas vías determinadas.

Poco más que añadir a una mañana calurosa, tranquila y relajada en que nos hemos sentido como peces en un mar en calma nadando con la corriente.

En otro aspecto, he estado a punto de perder las fotografías de la marcha, pero con un poco de paciencia y ayudado de la tecnología de recuperación, puedo añadir un día más los momentos captados, los instantes que se volverán inmortales si somos capaces de guardarlos para la posteridad, aunque con tal cantidad de información visual, quizás sea una quimera y acaben estas imágenes perdidas en una maraña de recuerdos que no digan nada, que sean pasto del olvido, como nosotros seremos en unas cuantas generaciones más.

CIRAUQUI-GARISOAIN-2024-03-10

No siempre los medianos y grandes montes son los que ponen en dificultad el transitar en busca del objetivo. Hay veces que pequeños promontorios, terrenos embarrados y llenos de maleza producen un efecto parecido a subir grandes cotas. La aventura montañosa aparece a la vuelta de cualquier subidita que se empine y que resbale, que cueste esfuerzo mantener la verticalidad del cuerpo. Ayer, algunos sucumbimos al encanto resbaladizo de los caminos y cogimos la horizontal por ver desde otra postura más animal el resto de la ruta. Una ligera lluvia que no llegó a mojar las ganas de continuar, nos acompañó intermitentemente, para dar paso al final del trayecto a un tímido sol que permitió disfrutar de algunas vistas en la lejanía. Una mañana diferente que también quedara grabada en la memoria de los montañeros.

Como cada año por estas fechas, al terminar la jornada nos dividimos entre los comensales de sidrería y los de otras opciones para disfrutar también de la mesa en compañía.

GORRAIZ-LABIANO

Cerca no significa fácil. Cerca no significa suave. Cerca no significa sencillo. Esto es lo que destacaría de la ruta por la cuenca de Pamplona. No hay que buscar lugares alejados para pasar una mañana de invierno con todos los ingredientes de una etapa de montaña.Estar cerca de casa, no pasar de los 900 metros de altitud en las cotas por donde se transita, o hacerlo muchas veces por pistas, te puede dejar la impresión que el paseo es rutinario, corriente o aburrido y por eso algunos buscan la aventura lejos de lo que se divisa a simple vista. Esta mañana de domingo además, se han dado los ingredientes necesarios para que el recorrido se enrede un peldaño más al encontrar los caminos semi nevados, o llenos de ese barro que supura tras el deshielo, tan dificultosos en las subidas como peligrosos en las bajadas. Una aventura montañera en toda regla sin desplazarnos excesivamente por carretera. Y si echamos un vistazo a la luz que la mañana nos ha regalado, veremos amaneceres espectaculares entre las míticas montañas que se divisan en el recorrido tamizados por nuestras nubes, esas que apenas nos abandonan en todo el año, pero que de vez en cuando dejan resquicios de luz que transforman la orografía, que lo mismo iluminan un pueblo, o se esconden entre la montaña y atraviesan el bosque dejando irradiar el verde sobre el campo y el azul sobre una rendija abierta en el cielo.

Cerca significa también recorrer los espacios donde se va descubriendo la antigüedad, nuestra antigüedad. Lo que un día fuimos, para aprender y superar lo que ahora somos, para dejar también a los que nos sucedan nuestros pasos, nuestra forma de vida, de ver el mundo.

Cerca significa ponerse una meta y no cejar ante las adversidades del terreno. Vivirlo con prudencia, con respeto, pero con el ánimo de llegar donde uno quiere. Cerca en definitiva significa valorar lo que uno tiene y disfrutar de ello.

Y el próximo domingo, para cambiar, nos iremos un poco más lejos, pero con el mismo espíritu. Caminar por la montaña, por la naturaleza y disfrutar de la experiencia.