100 Años ya desde que se organizara la federación vasconavarra de montaña. 100 cumbres holladas este fin de semana por los componentes de otros tantos clubs para conmemorarlo.
Los de Amaya hemos realizado nuestra cima entre el verdor de los campos adyacentes. El panorama divisado ha sido extraordinario, lleno de matices de los montes cercanos,y de alguno lejano, entre nubes amenazantes de tormenta que dejaban intuir todavía la nieve cubriendo sus caminos.
El Behorlegituturru nos ha sorprendido a los que no lo conocíamos, por su belleza escultural desde la distancia. Una pirámide entre sombras antes de que el sol la iluminara.
La subida, al principio suave, se ha tornado escarpada y pendiente en los últimos tramos. Además por el lado desde donde la hemos ascendido, nos ha ido ocultando la cima, como coqueteando con los montañeros. Ahora, pero no. Aun quedan unas piedras más. Y otras más y otras más, hasta que por fin primero una cruz y después una bellota nos han dado la bienvenida..
Una vez realizadas las fotos de rigor, y las otras, el refrigerio correspondiente para reponer fuerzas, la bajada por el lado contrario a la subida nos ha deparado unas pisadas suaves entre la hierba, sobre un camino largo y ligeramente en bajada, que nos sorprendido gratamente al permitir recrearnos en el paisaje.
Unas últimas pisadas por un verdoso bosque nos han conducido de nuevo hasta el autobús, para retornar.
Un día que por la belleza del paisaje y por la onomástica del evento, quedará grabado en nuestro recuerdo como algo muy especial para contar y rememorar.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…