SALINAS DE ORO-BIDAURRETA

Despejado está el horizonte. Sobre los verdes campos la luz matutina eleva el espectáculo, nos trasporta y nos hipnotiza. Tan solo dejamos de mirar en la lejanía para seguir las sendas que nos llevan a nuestro destino, a subir y seguir mirando desde las alturas el panorama que se extiende a nuestros pies.

En días que la luz lo permite, el gozo siempre es múltiple. Disfrutamos de las vistas, de los propios caminos y las subidas se muestran más asequibles, a unos pasos y como este domingo, también a unas manos para agarrar los salientes que nos permiten escalar esos metros que en otra situación parecerían imposibles.

Hoy, una mañana despejada de primavera hemos cargado la energía necesaria para seguir sintiendo y viviendo, en espera de las próximas metas, que nos harán de nuevo sentir y vivir.