2024-04-14-TXINDOKI

Algunos montes se resisten un poco, se hacen rogar, y en la mente se instala un deseo irrefrenable de conquistarlos.

Así ha sido con este mítico monte guipuzcoana de Txindoki. Las veces que he estado cerca, sobre todo por causas atmosféricas, no he sido capaz de alcanzar su cumbre. Pero ayer, un día veraniego en mitad de la primavera, por fin ha sido conquistado.

Algunas personas cuando lean esto les parecerá una tontería, una batalla menor que no tiene importancia. Pero cada uno va viendo sus límites y la alegría de subir a ciertos montes se cuela hasta la médula y produce un bienestar durante muchos días.

La vida queramos lo o no, se va marchando poco a poco y vivir las aventuras que uno pueda, sin destrozarse en ellas, es lo mejor para seguir viviendo y sintiendo. Y la próxima semana a por otros montes y a disfrutar como siempre en compañía.