CIRAUQUI-GARISOAIN-2024-03-10

No siempre los medianos y grandes montes son los que ponen en dificultad el transitar en busca del objetivo. Hay veces que pequeños promontorios, terrenos embarrados y llenos de maleza producen un efecto parecido a subir grandes cotas. La aventura montañosa aparece a la vuelta de cualquier subidita que se empine y que resbale, que cueste esfuerzo mantener la verticalidad del cuerpo. Ayer, algunos sucumbimos al encanto resbaladizo de los caminos y cogimos la horizontal por ver desde otra postura más animal el resto de la ruta. Una ligera lluvia que no llegó a mojar las ganas de continuar, nos acompañó intermitentemente, para dar paso al final del trayecto a un tímido sol que permitió disfrutar de algunas vistas en la lejanía. Una mañana diferente que también quedara grabada en la memoria de los montañeros.

Como cada año por estas fechas, al terminar la jornada nos dividimos entre los comensales de sidrería y los de otras opciones para disfrutar también de la mesa en compañía.