LINZA-ACHERITO-LINZA

No hay días iguales en la montaña. Por más que repitas las distancias, los montes, los paisajes, cada día te sorprenderán cosas diferentes, situaciones nuevas que darán a la marcha distinto significado.

Influye el tiempo atmosférico, el tiempo lineal, ese que nos hace más viejos, acercándonos a pasos agigantados hacia la nada. También con quien caminas, el humor que gasten ese día, tus alegrías y tus tristezas.

Todo influye para sentir la montaña; distinta, diferente, pero siempre atractiva, siempre está ahí para sentir el calor o el frio de sus colinas, el aire apaciguador o cortante que emana en las aristas propensas a ello.

Hoy la niebla no nos ha permitido disfrutar de las distancias largas, pero si de las cortas, donde la vista del grupo se siente más cercana, mas armoniosa. Y al final, la cumbre, sin distracciones, solo ella, esperando al pelotón para decir tan solo ya has llegado, ya has cumplido tu propósito del día.

Y después de unos minutos de compenetración con la montaña, tan solo resta volver al principio, al relax tras el esfuerzo, a la calma y al recuerdo de lo realizado.

Para echar una vista atrás, unas fotos de 2018, LINZA -ACHERITO-OZA

ZURIZA-PEÑA FORCA-2024-08-11

Una bocanada más, un poco de aire para subir por las pedregosas pendientes. Queda un mundo para la cima, pero no lo sabes, tan solo te preocupa el siguiente paso, el próximo que te acercará un poco más al objetivo del día.

Pero si no es así, si no puedes, si no es tu día, no te preocupes. Disfruta de la grandiosidad del panorama, relájate entre las sombras que riegan el camino y plantéate otros objetivos, otras metas que hagan de la mañana un bonito día.

Luego podremos disfrutar con las fotos de los que han sido capaces de llegar y transmitir su mirada para el disfrute de los demás.

GACIES-2024-08-04

El tiempo va mermando la aptitud de subir las admiradas cumbres que pueblan el precioso pirineo.También el calor lastra las habilidades de cada uno. Pero el ánimo todavía no aminora, nos hace capaces ante los problemas o las dudas.

Así, algunos esforzados de la marcha, después de recuperar fuerzas en el lago Aule, terminamos subiendo hasta el destino del día, el pico Gaziés, desde donde se divisaba tal cantidad de montañas que quedamos boquiabiertos al contemplar tal panorama.

Sabemos que las cimas a veces tienen su recompensa y días como este 4 de agosto, con una claridad apabullante, nos la ha premiado a los que hemos sido capaces de llegar hasta su cima.

Quizás otros días nos veamos obligados a dejar las montañas sin pisar, sin ver sus paisajes en derredor, pero eso será en otro momento. Hoy toca recordar, revivir el instante y regocijarse por lo conseguido.