IRAGI-ARITZU-2023-10-22

Amanece en Iragi y el frio se mete en las entrañas al bajar del autobús.

Un día de otoño por fin, para andar por los montes sin sensación de sofoco, sin que el calor se hunda en nuestro cuerpo.

El bosque nos estaba esperando para mostrar su verdor junto con las hojas ya marchitas de los árboles que quieren descansar del verano.

Un magnífico día de otoño para transitar por las veredas pisadas por otros antes que nosotros y que esperamos que muchos más las pisen y disfruten.

Hoy nos hemos acoplado al terreno y a la estación y el gozo de la marcha ha penetrado en el espíritu, llevándonos en volandas hasta la culminación del recorrido.

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