VIENTO
Poner los pies en una montaña requiere un poco de sacrificio. Nosotros lo sabemos y estamos dispuestos a ello, a pesar de las inclemencias del tiempo, de lo largo del camino o de la pendiente que tengamos que salvar.
Pero hay días que la fuerza de la naturaleza nos impide seguir el plan previsto, o al menos, disfrutar de algunas vistas desde alturas alternativas al recorrido.
El viento no solo levanta pasiones, se lleva con su fuerza huracanada todo lo que pilla por delante cuando surge con desatada violencia. Pero nosotros, que no estamos por la violencia, por esta vez hemos dejado que circule sin nuestra presencia por algunas de las cumbres des recorrido.
Tiempo habrá para volver a disfrutar desde esas alturas cuando se calme el viento y a nosotros nos de por volver a recorrer las arterias por las que hemos caminado este domingo de octubre.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…