El frio no nos ha helado el semblante. Nos ha llevado a parajes vírgenes,
insólitos, donde contemplar la naturaleza ha sido una bocanada de satisfacción.
Como otras veces, los grupos nos hemos dividido, estirado y recogido como
gomas unidas por lazos invisibles. Surcos que llevan siempre la misma
dirección, aunque se extravíen por el camino marcado.
Otros han visto el frio más cerca, a la altura de un resbalón, de una
posible caída, pero con la vista llena de luz, de claridad y transparencia
Otro día en la montaña que nos ha brindado placer y deleite .para continuar por la misma
senda, la senda que nos lleva a lo más alto de lo que somos capaces cada uno. A
lo más alto aunque sea a pocos metros sobre el suelo, a lo más alto para sentir
el soplo de la vida sobre nuestro cuerpo.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…