A pesar de las buenas vibraciones que transmiten las imágenes de este domingo, en muchos lugares del recorrido sentimos como nuestra la negrura del paisaje, la desolación que comunica un entorno hecho ceniza.
Nos gusta pasear y sentir en cada estación los rigores del clima. No hacemos ascos a la lluvia, a la nieve o al sol. Pero nos entristece sobremanera vivir la destrucción de la naturaleza.
Esperemos que vuelva a brotar savia nueva y le dé al entorno los colores que se merece.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…