Entre fina lluvia, sombras enlutadas y destellos luminosos pasamos la mañana, caminando en pos primero de la cima, sin la cual parece que no disfrutamos, y del punto final que nos lleva al regocijo por lo conseguido.
Entre tanto, el paisaje sirve de remanso, de sereno tránsito hacia adelante, de nutriente para el sosiego físico de la semana.
Y ahora, una vez conseguido el objetivo, en la quietud de la tarde otoñal, visualizar de nuevo el recorrido y sus pliegues, detenerse y mirar tranquilamente por donde, porqué y con quien hemos recorrido ese trayecto, ya que algunas veces, si no echamos mano de los recuerdos, de la fotografía, se quedan fuera de nuestra retina lugares por los que hemos transitado y personas que estando tan cerca, quedan a mucha distancia en la memoria
Cuando regresas a los mismos lugares después de cierto tiempo y cambian las condiciones climatológicas, y un poco desde donde lo haces, todo es diferente, nuevo y se viven las experiencias como si nunca hubieras estado allí.
Por eso, repetir montes no supone reproducir las marchas, sino sentir experiencias originales, únicas. Subir por sendas distintas a la misma montaña supone nuevas peripecias, y te sumerge en un mundo lleno de pericias diversas
Cuando por fin llegas a la cima y sientes que ya estuviste allí, la plenitud tiene diferente dimensión, es más placentera, y si además el día acompaña para fijar la vista en el horizonte y sentir la grandeza de la naturaleza, el gozo es infinito, como la contemplación de lo que se pone a la perspectiva de tus ojos.
Guardaremos en las cosas por hacer, el nombre de tu cumbre, para volver en otro momento y por nuevos caminos y poder así disfrutar de nuevo de la misma cima, de los mismos parajes, pero desde una dimensión diferente. La que nos marque la climatología, el terreno y nuestro propio cuerpo.
Hoy tenemos un aluvión de fotos para disfrutar de nuevo del día que nos tocó vivir el domingo.
Unos parajes donde había pequeños picos, cuevas escondidas, naturalezas horadadas, montes en lontananza y caminos muy transitables.
La profusión de fotografías no sé si hará honor a todos los rincones que pudimos ver y a la magnífica mañana, bañada por el sol y por unas cuantas nubes que ponían una nota blanca entre tanto azul.
Transmitir lo que uno ve quizás sea fácil con muchas fotografías, aunque mi maestro siempre decía que menos es más.
Lo que es más difícil siempre, es transmitir las emociones; por eso buscamos en el más, en la abundancia de imágenes, la capacidad de trasladar los sentimientos.
Para eso, para los sentimientos, mejor la palabra. Aunque también se puede pecar por exceso o por defecto, en la tarea de poner negro sobre blanco lo que sentimos ayer al pisar los parajes que mostramos en nuestras fotografías.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…
Maravilloso comentario del día.
Mila esker Josu, Jose y tu sois nuestra memoria y aunque como dices siempre subimos a Aralar, el grupo cambia…
Muy bonito reportaje Iosu. Las fotos del Pirineo nevado me gustan especialmente. Gracias
Me gusta mucho tú comentario, cada vez me gusta más disfrutar de los rincones bonitos que tienen nuestras montañas, miradores…
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Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…