UDALAITZ-2022-09-18

EL FINAL DEL VERANO

La transición del verano al otoño no se nota apenas en los días soleados. Sin embargo, las mañanas pamplonesas nos impregnan de frescor, recordándonos que el tiempo cambia, que el calor va llegando a su fin y que los pasos por el monte se volverán más oscuros, húmedos y fríos.

Pero nosotros estamos preparados para todo, y listos para la nueva temporada otoñal, donde intentaremos disfrutar de los montes igual que lo hemos hecho este verano.

Me gusta despedir estaciones, siento que volvemos a vivir sensaciones nuevas a pesar de que sean repeticiones de otros años, de otras situaciones ya vividas.

Así que ya sabéis, nos vemos el próximo otoño, o lo que es lo mismo, el próximo domingo.

ALBI-BALERDI-2022-09-11

Amanece mientras el autobús nos traslada hasta Albi, desde donde marchamos todavía con legañas en los ojos.

Aralar se divisa como una inmensidad de cimas y hierba. Como un inmenso paraje donde pasear sin rumbo para disfrutar.

Pero nosotros tenemos una meta y vamos hacia ella. Las cimas nos llaman más que el llano, y subimos presurosos,  siempre el horario es un hándicap que nos marca los tiempos, los ritmos.

Poco a poco divisamos el último peldaño de la ruta, el más dificultoso, el más abrupto,  el último pico de la cordillera por la que hoy transitamos.

Y con un último movimiento, nos hacemos con él, pasando prudentemente por las aristas que jalonan el camino hasta su cima.

Se podría decir que todo está cumplido, si no fuera porque queda lo peor. Bajar sin percances hasta el autobús, y disfrutar, ahora sí, de unas buenas viandas y de un agradable ambiente entre plato y plato.

Otro día más que la montaña nos insufla un poco de vitalidad para el resto de la semana.

Hasta el domingo.

ORHI-LAZAR-2022-09-04

SILENCIO.

Dejamos en silencio el pirineo, pensando ya en la vuelta del próximo año. Un año más viejos y los montes apenas se les notará el paso del tiempo.

Hoy una vez despejada la niebla que nos ha acompañado en la cumbre, volvemos la vista y sentimos la grandiosidad de su cumbre, sigue ahí sin inmutase, ajena al paso de nuestro tiempo.

Se siente el silencio en el paisaje tan solo roto por el sonido del viento, por el sonido de la naturaleza que va cambiando en cada estación.

 Hoy ya hemos notado un poco ese cambio, un viento helador ya nos anuncia que nuestro paso veraniego por sus cimas se ha terminado y que comienza el otoño imprevisible sobre las montañas.

Así que dejaremos que el silencio reine sobre las cumbre nevadas del invierno, que la primavera las vaya despejando poco a poco y cuando el verano regrese, nos permita pisar de nuevo sus caminos y contemplar para nuestro asombro de nuevo, la grandiosidad del Pirineo.