ORHI-LAZAR-2022-09-04

SILENCIO.

Dejamos en silencio el pirineo, pensando ya en la vuelta del próximo año. Un año más viejos y los montes apenas se les notará el paso del tiempo.

Hoy una vez despejada la niebla que nos ha acompañado en la cumbre, volvemos la vista y sentimos la grandiosidad de su cumbre, sigue ahí sin inmutase, ajena al paso de nuestro tiempo.

Se siente el silencio en el paisaje tan solo roto por el sonido del viento, por el sonido de la naturaleza que va cambiando en cada estación.

 Hoy ya hemos notado un poco ese cambio, un viento helador ya nos anuncia que nuestro paso veraniego por sus cimas se ha terminado y que comienza el otoño imprevisible sobre las montañas.

Así que dejaremos que el silencio reine sobre las cumbre nevadas del invierno, que la primavera las vaya despejando poco a poco y cuando el verano regrese, nos permita pisar de nuevo sus caminos y contemplar para nuestro asombro de nuevo, la grandiosidad del Pirineo.