2022-06-26-BISAURIN

Ascender hasta llegar a la cumbre

aunque sea entre la densa niebla

que brota cada vez más tupida.

Esa es la paradoja del montañero.

No importa cuán grande sea su impedimento

porque el destino está marcado de antemano.

Hay que subir, llegar hasta la cúspide

para poder sentir la satisfacción

del deber cumplido.

Nos debemos a la montaña

y hacia ella vamos,

aunque dejemos de vez en cuando

parte de nuestra propia vida.