Regresar, ver de nuevo un paisaje recurrente, es como pasear por los recuerdos, pisar la nostalgia que se deposita tras el verano, vivir de nuevo las aventuras del pasado, donde tu mirada era la misma pero tu cuerpo flotaba entre las piedras del camino.
Regresar y comprobar que todo sigue ahí, apenas un leve color de hierba modificado, un poco de agua evaporada, pero la misma sensación de plenitud y grandeza tras anclar la mirada alrededor, donde las cimas siguen imponiendo su magnificencia
Regresar para sentir una vez más, que no será la última, que volver a apreciar la paz del entorno, a pesar de los años y de lo duro del camino, siempre merecerá la pena el esfuerzo realizado.
Como antigua compañera de montaña Amaya, mis condolencias a todos. Y aunque he trasladado mi pésame a Asun y a…