2022-12-04-PIEDRAMILLERA

Hay días en los que el camino es casi lo único que se ve al pisar el terreno por el que pasamos.

La visión de la inmensidad se cierra entre la niebla reinante y su espesura no nos deja distinguir la lejanía. Estamos encerrados en la visión cercana, en pocos metros a la redonda, donde se mueve nuestro mundo. Queremos ver más allá, pero es inútil, el mundo, a veces, solo se circunscribe a lo que tenemos delante y apenas somos capaces de trasmitirlo ni en palabras, ni en imágenes. Tan solo se queda flotando en los recuerdos que se perderán un día de esos cuando la memoria se diluya en nuestra mente, y se parezca más a la niebla que hemos padecido que a la claridad reinante en los días de plenitud.

Mientras, nos queda pensar que la próxima excursión será distinta y que podremos disfrutar de la inmensidad del paisaje a la vez que transitamos dichosos por la montaña.