BORRASTRE-PEÑA CANCIAS-FISCAL

El cielo amenaza lluvia, las previsiones también, pero las ganas de marcha, de conocer la montaña que tenemos reservada para la ocasión nos anima la mañana.

El camino de la primera parte es una delicia, subimos como la espuma de una buena cerveza, sin alardes, pero sin pausa, disfrutando del sendero.

Entre la niebla se distingue parte de la siguiente subida, la que nos llevará a destino. Se antoja dura, quizás la mirada engaña, pero se intuyen trayectos complicados hasta la cima.

Más que complicado, el recorrido es duro, a veces pendiente, largo y cuando llegas a ver la cumbre descubres que para subir, primero tienes que bajar un buen trecho. Pero el pequeño valle está adornado, los colores reclaman tu atención y continuas.

Sobre la cumbre, una capa de niebla nos impide descubrir todo el paisaje que se intuye, pero estamos felices de haber llegado.

Como siempre después de las subidas, las bajadas hay que tomárselas con precaución. Toca un pequeño roquedo encadenado para bajar, cautela en los pasos siguientes hasta llegar de nuevo a una senda mas accesible y más vistosa, agradable a la vista y al paso.

Al final, un poco cansados pero satisfechos de lo conseguido.

Peña Cancias quedará en las imágenes y en el recuerdo para la posteridad.